LA DIETA DE LOS CARBOHIDRATOS ESPECÍFICOS™
«La Dieta de los Carbohidratos Específicos”™ ver webinar: «Dietas Utilizadas en el Tratamiento del Espectro Autista» se basa en el principio que los carbohidratos específicamente seleccionados, al requerir procesos digestivos mínimos, se absorben bien y no dejan virtualmente nada que se pueda usar para continuar el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino. Así, la población bacteriana disminuye debido a la falta de alimento, sus subproductos nocivos también disminuyen, librándose la superficie intestinal de sustancias dañinas.
Al no necesitar protección, las células productoras de moco cesan la producción de moco en exceso, y mejora la digestión de los carbohidratos. La mal absorción se remplaza por la absorción. Al absorber el individuo energía y nutrientes, todas las células del cuerpo reciben nutrición adecuada, incluyendo las células del sistema inmunológico, las cuales entonces pueden ayudar a vencer la invasión microbiana.”
Cuanto más simple sea la estructura de un carbohidrato, más fácilmente lo digerirá el cuerpo y lo absorberá. Los monosacáridos (moléculas simples de glucosa, fructosa y galactosa) no necesitan ser divididos por las enzimas digestivas para poder ser absorbidos por el cuerpo. Estos son los azúcares de los que depende esta dieta. Incluyen los que se encuentran en las frutas, la miel, algunas verduras y en el yogurt (éste último no permitido en la dieta sin gluten, caseína y soya).
En esta dieta se evitan primordialmente los azúcares dobles (disacáridos: lactosa, sucrosa, maltosa e isomaltosa) y los almidones (polisacáridos). Se ha visto que se pueden tolerar algunos almidones, especialmente los de la familia de las legumbres (únicamente frijoles secos, lentejas y guisantes secos). Sin embargo, deben de remojarse durante 10-12 horas antes de cocinarlos, y se debe de desechar el agua ya que contiene otros azúcares que no son digeribles, pero que se pueden eliminar con el proceso de remojado. Se puede añadir pequeñas cantidades de legumbres a la dieta después de unos tres meses.
Los almidones en todos los cereales, maíz, y patatas se deben evitar estrictamente. El jarabe de maíz también se evita al contener una mezcla de almidones de ‘cadena corta’.
Finalmente, la dieta SCD™ es muy dependiente del yogurt fermentado correctamente, y en algunos casos, los suplementos de acidófilo, para ayudar a la repoblación del intestino con una flora intestinal saludable. Incrementando la población de las bacterias ‘buenas’ en el intestino, se controla la superproducción de bacterias dañinas. Como se restablece la competición por el alimento entre las distintas familias de bacterias, la variedad de la flora intestinal vuelve a equilibrarse. El yogurt debe de prepararse adecuadamente fermentándolo durante 24 horas. Esto permite el tiempo suficiente para que las bacterias del fermento del yogurt rompan la lactosa (disacárido) de la leche en galactosa y glucosa (monosacáridos). Todo el yogurt de la dieta SCD se hace en casa, porque los yogures comerciales no están fermentados adecuadamente.
Las personas que además siguen la dieta sin gluten y lácteos, no podrán utilizar yogurt. Puede ser sustituído por Kefir de coco, combucha, vegetales fermentados o bien utilizando lactobacilos (probióticos).
Alimentos permitidos en esta dieta y sus restricciones
- Proteínas: Todos los tipos de carnes y mariscos que NO hayan sido procesados, enlatados o embutidos.
- Se permite el yogurt casero, la alternativa para los pacientes con restricción de lácteos son los “vegetales fermentados”, combucha o kéfir de coco
- Fruta: fresca, cocinada, congelada o seca. No se permite frutas enlatadas o secas que se haya adicionado jarabe de maíz.
- Bebidas NO permitidas: Leche de ningún tipo
o sustituto. Sustituto de crema, sodas. - Vegetales: se permiten la mayoría, frescos
o congelados que NO contengan azúcares
o almidones adicionados. NO se permiten
enlatados. NINGUN cereal o granos. NO patatas,
tubérculos, - Frijoles son permitidos en etapa posterior y después de remojarse toda la noche y tirar el agua
Para una explicación científica, en detalle, de la Dieta de Carbohidratos Específicos™, por favor lea Romper el Círculo Vicioso de Elaine Gottschall.
Opinión del Dr. William Shaw. La dieta específica de carbohidratos, promocionada por la Elaine Gottschall, ha sido utilizada especialmente -y con éxito por cierto- desde hace años, para el tratamiento de colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, síndrome de intestino irritable y como una manera efectiva de controlar la cándida o levadura. Es esta última, la razón por la cual cada vez más padres de familia de niños con trastornos del desarrollo han empezado a implementarla con sus hijos además de la dieta sin gluten y caseína.
Esta dieta retira ciertos carbohidratos, especialmente los complejos, como serían los almidones, todas las harinas, los tubérculos como papas, así como los azúcares dobles como la sacarosa, lactosa, etc. Permite todas las carnes, verduras, frutas, legumbres, todas las nueces y como endulzante la miel. Por supuesto que ante esta dieta, la reducción de la cándida, se dará como consecuencia lógica, al retirar la fuente de combustible que le permite multiplicarse.
Mi opinión ante esta dieta, sería que los padres deben de checar con su médico, el análisis de ácidos orgánicos, específicamente el ácido orótico, para descartar una anormalidad en el ciclo de la urea, lo que provocaría un exceso de amonia. Esto viene al caso, pues la dieta SC, incrementa el consumo de proteínas y en personas con esta anormalidad, podría ser contraproducente o incluso fatal.
Otro factor a considerar, es el que la mayoría de estos niños, presentan alergias a lácteos y a las nueces, como serían almendras, pistaches, nueces de la india, cacahuates y estos alimentos son parte fundamental en esta dieta, por lo que recomendaría un estudio de alergias a alimentos previamente.
Sin embargo es innegable, que muchos pacientes, que no habían podido controlar el sobrecrecimiento de levadura recurrente, aún con antimicóticos de patente, alcanzan el éxito con esta dieta al retirar de la dieta casi toda opción de alimento para la levadura.
¿Cómo funciona? Esta dieta no permite ingerir alimentos que contengan azúcares, a excepción de la contenida en vegetales, frutas, yogurt casero, miel y nueces. Asimismo se recomienda checar todas las etiquetas de alimentos y suplementos, pues existen aditivos no permitidos en esta dieta.
Yo sugeriría a los padres que inician con los tratamientos biológicos de estos trastornos, iniciar con la dieta sin gluten, caseína y soya. Si sucede, que esta dieta, mostró avances significativos en sus hijos y después de un tiempo, pareciera estar en una fase estacionaria o regresiva, valdría checar los niveles de cándida o bacteria con una prueba de ácidos orgánicos en orina, y si éstos están altos nuevamente, convendría reiniciar un tratamiento antimicótico, adicionar algunos elementos de esta dieta específica de carbohidratos y valorar resultados.
Muchos padres de familia en la dieta sin gluten y caseína, abusan del uso de carbohidratos complejos como arroz, maíz, almidones, papas, y si además no utilizan enzimas digestivas, que ayuden a desdoblarlos, estarán surtiendo a la flora indeseable con nutrientes que la reproduzca.
A diferencia de Elaine Gottschall, yo sostengo que el uso del azúcar Xilitol es recomendable como la misma miel de abeja. Un exceso de ambos alimentaría a la levadura.
Opinión de la Dra.Teresa Binstock. Hace cuatro semanas, yo no sabía nada sobre la dieta SCD™. Alguien me envió el libro de Elaine Gottschall Romper el círculo vicioso y me pidieron que hiciera un comentario sobre su base científica. Por ahora, además de haber examinado los primeros capítulos, he conseguido aprox. 70 artículos (la mayoría citados por Elaine) y tres libros (dos citados por Elaine).
La categoría diagnóstica “deficiencia de disacaridasa adquirida” está bien establecida en la literatura médica (para bebés, niños, adultos y ancianos). El síndrome tiene mucha variación de individuo a individuo, y hay varios “niveles” de deficiencia de disacaridasa, siendo la más común la deficiencia de lactasa. Estas diversas deficiencias se asocian con una colonización adversa, y los estudios mencionan muchos de los patógenos intestinales que leemos en las evaluaciones fecales CDSA/CP (Análisis Digestivo Fecal Completo/Parasitología Completa) del laboratorio Great Plains
Tenemos mucha suerte de que Elaine Gottschall haya creado una base tan buena con su ciencia y sus citas bibliográficas – las cuales se pueden incrementar con PubMed, etc. y de la lectura cuidadosa de los artículos enteros – incluso con el continuado aumento de la información anecdótica (tan importante) de los padres.
Opinión de Tanya Krievel. La Dieta de los Carbohidratos Específicos™ se basa en la idea que la colitis ulcerativa, la enfermedad de Crohn, el síndrome de colon irritable y la enfermedad celiaca resistente a la terapia de gluten, son las consecuencias del sobrecrecimiento y desequilibrio de la flora microbiana. Al modificar la nutrición que tomamos, podemos de hecho afectar la constitución de nuestra flora intestinal, y llevarla de nuevo al equilibrio, sanando el sistema digestivo y restaurando la absorción de nutrientes adecuada.
El tracto intestinal está compuesto de un rico ecosistema, que se compone de más de 400 especies bacterianas. Algunas son inofensivas, otras no. En el intestino de una persona sana, estas diferentes comunidades de microbios compiten unas con otras por los escasos recursos nutritivos. En consecuencia, coexisten en un estado de equilibrio, y el estómago y el intestino delgado acogen sólo a una escasa población de flora microbiana. En el intestino grueso, cada tipo inhibe la superabundancia de los otros, y esto previene que el cuerpo se agobie por los productos de deshecho y las toxinas de un tipo particular de microbio. El estómago y la parte superior del intestino también están protegidos por la alta acidez, y los movimientos peristálticos.
“El Círculo Vicioso” Cuando se disturba el equilibrio en el intestino, esto puede resultar en un sobrecrecimiento de la flora intestinal. Los microbios emigran al intestino delgado y el estómago, inhibiendo la digestión y compitiendo por los nutrientes. El intestino entonces se sobrecarga con los subproductos de la digestión. Este sobrecrecimiento bacteriano se puede deber al uso excesivo de antiácidos, la reducción de la acidez del estómago por la edad, un sistema inmunológico debilitado por la malnutrición o una dieta pobre, y la alteración del entorno microbiano debido a tratamientos con antibióticos.
Los componentes de nuestra dieta, en particular los carbohidratos, juegan un importante papel en determinar el tipo y cantidad de nuestra flora intestinal. Cuando los carbohidratos no se digieren y absorben en su totalidad, permanecen en el intestino, y constituyen alimento para los microbios que acogemos. Los microbios mismos deben digerir estos carbohidratos sin usar, y lo hacen por el proceso de la fermentación. Los productos de desecho de la fermentación son gases, como el metano, el dióxido de carbono y el hidrógeno; los ácidos láctico y acético; y también otras toxinas. Todos ellos causan irritación y daño al intestino.
Hay evidencia de que el incremento de la acidez en el intestino debido a la mal absorción y la fermentación de los carbohidratos, puede conducir a la mutación de las bacterias comunes inofensivas a otras más dañinas. Además, se ha visto que el ácido láctico producido durante el proceso de la fermentación está implicado en la función cerebral anormal y el comportamiento atípico, los cuales se asocian con los trastornos intestinales.
El hipercrecimiento de bacterias en el intestino delgado desencadena un empeoramiento del ciclo de gas y de la producción de ácido, que posteriormente inhibe la absorción y conduce a incluso peores subproductos de la fermentación.
Las enzimas de la superficie del intestino delgado son destruidas por las bacterias que ahora existen, y esto perjudica aún más la digestión y la absorción de carbohidratos, lo que conduce a su vez al mayor crecimiento bacteriano. Como ambos la flora microbiana y sus subproductos dañan la capa mucosa del intestino delgado, éste produce un exceso de moco protector, que inhibe aún más la digestión y absorción.
El daño a la capa mucosa incluye a las micro vellosidades de nuestras células absorbentes. Estas micro-vellosidades actúan como la última barrera entre la nutrición que tomamos y nuestra corriente sanguínea. Al inhibirse la absorción, las deficiencias de ácido fólico y vitamina B12 pueden llevar a un impedimento en el desarrollo de las micro- vellosidades, mientras que una capa mucosa excesivamente gruesa previene el contacto de las enzimas de las micro vellosidades y los carbohidratos ingeridos. El intestino delgado responde a esta espiral de irritación con la producción de más células en forma de copa (productoras de moco), creando incluso más moco. Finalmente, al agotarse las células en copa, la superficie intestinal se queda al desnudo, y se daña aún más, y posiblemente llegando a ulcerarse.
Al permanecer más carbohidratos en el intestino, éstos causan que pasen agua y nutrientes del cuerpo al colon, resultando en diarrea crónica. La absorción se dificulta aún más al aumentar la velocidad con la cual la comida viaja por el intestino debido a la diarrea.