DSMV
SITUACIÓN ACTUAL… DSM-V
Como se puede apreciar, los cambios en la concepción del Autismo y, en consecuencia, en los enfoques para su atención son parte esencial de su historia. A diferencia de otras alteraciones o trastornos del desarrollo infantil, para las cuales ya está casi todo dicho, el Autismo aún se caracteriza por aspectos no resueltos del todo, como lo son su causa o etiología y cuál o cuáles son los enfoques de atención más adecuados para impactar significativamente las fallas que lo caracterizan.
En la última década, ha habido una serie de investigaciones, acontecimientos, avances en el conocimiento de “lo qué es el Autismo y lo que no es”. Un acontecimiento importante es el cambio que el DSM-V, manual oficial de diagnóstico, plantea en su concepción y en sus criterios de diagnóstico, enmarcando al Autismo como una alteración, fundamentalmente, en procesos de comunicación social y del desarrollo neurológico.
Investigaciones importantes sobre los resultados de atención a personas con autismo, criterios de diagnóstico (no confiables) y una confusión notable sobre el manejo de etiquetas específicas como Trastorno No Especificado o Asperger o, peor aún, Autismo de alto/bajo funcionamiento, así como un mejor conocimiento y comprensión de las “fallas” esenciales que caracterizan a las personas con autismo, fueron las variables más determinantes para que se modificara sustancialmente lo que es Autismo. En el DSM-V, se plantea como un trastorno de Espectro sin clasificaciones específicas, eliminándose el Trastorno de Asperger y el Trastorno No Especificado; oficialmente, estos últimos han sido eliminados de manuales de diagnóstico validados internacionalmente.
Trastorno del Espectro Autista.
Debe cumplir los criterios A, B, C y D:
A. Déficits persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos, no atribuibles a un retraso general del desarrollo, manifestando simultáneamente los tres déficits siguientes:
1. Déficits en la reciprocidad social y emocional; que pueden abarcar desde un acercamiento social anormal y una incapacidad para mantener la alternancia en una conversación, pasando por la reducción de intereses, emociones y afectos compartidos, hasta la ausencia total de iniciativa en la interacción social.
2. Déficits en las conductas de comunicación no verbal que se usan en la comunicación social; que pueden abarcar desde una comunicación poco integrada, tanto verbal como no verbal, pasando por anormalidades en el contacto visual y en el lenguaje corporal, o déficits en la comprensión y uso de la comunicación no verbal, hasta la falta total de expresiones o gestos faciales.
3. Déficits en el desarrollo y mantenimiento de relaciones adecuadas al nivel de desarrollo (más allá de las establecidas con los cuidadores); que pueden abarcar desde dificultades para mantener un comportamiento apropiado a los diferentes contextos sociales, pasando por las dificultades para compartir juegos imaginativos, hasta la aparente ausencia de interés en las otras personas.
B. Patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidas y repetitivas que se manifiestan al menos en dos de los siguientes puntos:
1. Habla, movimientos o manipulación de objetos estereotipada o repetitiva (estereotipias motoras simples, ecolalia, manipulación repetitiva de objetos o frases idiosincráticas).
2. Excesiva fijación con las rutinas, los patrones ritualizados de conducta verbal y no verbal, o excesiva resistencia al cambio (como rituales motores, insistencia en seguir la misma ruta o tomar la misma comida, preguntas repetitivas o extrema incomodidad motivada por pequeños cambios).
3. Intereses altamente restrictivos y fijos de intensidad desmesurada (como una fuerte vinculación o preocupación por objetos inusuales y por intereses excesivamente circunscritos y perseverantes).
4. Hiper o hipo reactividad a los estímulos sensoriales o inusual interés en aspectos sensoriales del entorno (como aparente indiferencia al dolor/calor/frío, respuesta adversa a sonidos o texturas específicas, sentido del olfato o del tacto exacerbado, fascinación por las luces o los objetos que ruedan).
C. Los síntomas deben estar presentes en la primera infancia (pero pueden no llegar a manifestarse plenamente hasta que las demandas sociales exceden las limitadas capacidades).
D. La conjunción de síntomas limita y discapacita para el funcionamiento cotidiano.